En sentido prístino el apuro (aprieto, conflicto, dificultad); en desuso el esgrima. En sentido actual la habilidad, el arte, el primor o la propiedad con que se hace una cosa. La destreza es la capacidad para hacer una cosa bien, con facilidad y rapidez; la maña, la pericia. Cuando se denota facilidad o rapidez del movimiento, se utiliza agilidad, soltura. La destreza en el trabajo manual se llama también mano, buena mano, maña, primor. Si se estima en alto grado, maestría, pericia. El primor expresa el colmo de la destreza y de la habilidad; esto es, la habilidad y la destreza llevadas a su mayor grado de perfección; por ejemplo, una bordadora que sobresale en su respectivo oficio, hace con primor un bordado. La destreza tiene dos significaciones, una material y otra ideal. Es diestro un buen torero, y lo es un abogado que gana el pleito, que defiende más que por su razón, por su astucia, para preparar en su favor el ánimo del juez. Es hábil todo el que ejecuta bien la obra mecánica y puramente material, como un buen ebanista, un buen herrero, un buen cerrajero, etc. La destreza es el movimiento que depende de la práctica y experiencia para su ejecución, en oposición al movimiento que se define genéticamente: es un movimiento aprendido, y componente esencial del deporte. La destreza permite al deportista generar resultado predeterminado con la máxima certidumbre, a menudo con el menor gasto posible de energía. Tres componentes importantes de la destreza son la eficacia, la consistencia (capacidad para reproducir esa destreza) y la eficiencia.