El glúcido monosacárido de 6 átomos de carbono, blanco, cristalizable, dulce y soluble al agua; es una molécula crucial en el metabolismo de los seres vivos ya que les proporciona energía: la glucosa se encuentra libre en las frutas y es muy abundante en la naturaleza formando multitud de compuestos; el cuerpo convierte los glúcidos en glucosa.
En botánica, el llamado azúcar de uva, d-glucosa o dextrosa se encuentra libre en muchos frutos dulces y, de un modo general, en todas las partes de la planta que están en vías de desarrollo; es, ademas, el sillar único de hilósidos tan importantes como el almidón y la celulosa. Tiene p. de f. = 146º, cuando anhidra, y es dextrogira. Existen dos variedades de glucosa, α y β, de diferente poder rotatorio, que coexisten en equilibrio en la disolución de cada una, y que son glucopiranosas (en cada vértice, excepto en el que ocupa el O, hay un átomo de carbono) (P. V.).
En química, la aldohexosa de seis átomos de carbono. Sólido blanco, muy soluble en agua, de sabor muy dulce, que se encuentra en muchos frutos maduros.
En bioquímica, el glúcido monosacárido incoloro, cristalino y soluble: su p. f. es 146 ºC. Se halla en el zumo de la uva y en la sangre, y es la principal fuente de energía de todos los seres vivos.
En medicina, el monosacárido, es la principal forma de los hidratos de carbono que emplea el cuerpo humano. La glucosa sirve como energía principal del encéfalo, los hematíes y los músculos. Como el encéfalo es muy sensible a la falta de glucosa, el nivel de glucosa en la sangre (a menudo referido como nivel de azúcar en la sangre) se mantiene constante. El exceso de glucosa se convierte en glucógeno, se metaboliza para liberar calor o se convierte en grasa corporal: ver también carga de hidratos de carbono y diabetes mellitus.