Es una medida de la inviabilidad de un sistema energético para trabajar (entropía): su símbolo es S. Un incremento de la entropía se acompaña de un descenso en la energía utilizable. Cuando un sistema sufre un cambio irreversible la entropía (S) cambia en una cantidad igual a la energía absorbida (Q) por el sistema dividida por la temperatura termodinámica (T) a la que la energía ha sido absorbida, es decir, ΔS = ΔQ / T. Sin embargo, en todo proceso de la naturaleza hay un cierto grado de cambio irreversible, y en cualquier sistema cerrado un cambio irreversible se acompaña siempre de un incremento de la entropía.
En un sentido amplio la entropía puede ser interpretada como una medida del grado de desorden. Cualquier cambio que tenga lugar un sistema cerrado tiende a aumentar la entropía, tiende a aumentar el desorden, lo que significa que la entropía del universo (si es que éste puede ser considerado un sistema cerrado) está aumentando continuamente, a la vez que su energía va disminuyendo: este incremento en la entropía del universo es una forma de ver la segunda ley de la termodinámica.