El conocimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, del estado en que se encuentra y de lo que hace (consciencia). La conciencia es la facultad del ser humano para elaborar juicio personal de carácter moral y carácter ético sobre lo que está bien y lo que está mal, con relación a sí mismo y a los demás: tener la conciencia tranquila significa que no has hecho nada que crees que estaba mal (moralidad). La propiedad del espíritu humano de reconocerse en su atributo esencial y en toda modificación que en sí mismo experimenta: el conocimiento interior del bien y del mal. En lingüística, la conciencia es el conocimiento que desarrolla el hablante nativo de una lengua y que le permite discernir sobre su uso.