Acción y efecto de poblar. En sociología, el conjunto de los individuos o cosas sometido a una evaluación estadística mediante muestreo; conjunto de habitantes de un país, región, provincia, ciudad, etc. En ecología, el conjunto de los seres vivos o vegetales que componen una categoría particular; conjunto de individuos de la misma especie que ocupan una misma área geográfica. En estadística, la suma de personas o ítems de la cual se extrae una muestra; conjunto de elementos que se toman en consideración al realizar un estudio estadístico. En demografía, el estudio de la población consiste fundamentalmente en analizar, en primer lugar, su estructura en un momento dado: número absoluto y distribución por edad, sexo, etc., y ciertos caracteres cualitativos como estado sanitario, nacionalidad, etc. En segundo lugar, analiza las modificaciones que dicha estructura experimenta en el tiempo: los movimientos naturales, debidos a la natalidad y a la mortalidad, y características relacionadas con ellas como nupcialidad, causas de muerte, morbilidad, esperanza media de vida, tasas de reproducción, etc.; los movimientos migratorios, tanto interiores como exteriores, y, por último, las variaciones que afectan a los caracteres citados y sus interrelaciones. En tercer lugar, trata de realizar previsiones sobre su evolución, en un futuro más o menos próximo, partiendo de ciertas hipótesis acerca de las características anteriormente citadas. El crecimiento de las poblaciones está determinado por la tasa de natalidad y la de mortalidad. Durante los últimos años se han desarrollado considerablemente las zonas urbanas. La acumulación de personas en grandes ciudades hace que los parámetros demográficos de densidad no sean significativos para muchos países. Mientras permanecen extensas regiones prácticamente deshabitadas, la población se agolpa en las grandes urbes y a lo largo de los ríos y de las costas.