El estado anímico de excitación, impaciencia, esfuerzo o exaltación producido por determinadas circunstancias o actividades, como la atención, la espera, la creación intelectual o artística, etc. También el estado de oposición u hostilidad latente entre dos personas o grupos humanos como naciones, clases, razas, etc. En física, la intensidad de la fuerza con que los gases tienden a dilatarse. Se aplica a la acción de las fuerzas que, actuando sobre un cuerpo y manteniéndolo tirante, impiden que sus partes se separen. En mecánica, en un cuerpo, la relación entre una fuerza y la unidad de sección d s, siendo la fuerza capaz de producir una deformación elástica. En la superficie, d s, puede descomponerse la función resultante total en la suma de dos tensiones, una normal a la superficie y otra tangente a la misma: tensión normal y tensión tangencial o cortante, respectivamente. En electricidad y electrónica, el voltaje con que se realiza una transmisión de energía eléctrica; diferencia de potencial eléctrico. En medicina, es la respuesta del cuerpo a una presión física, mental o emocional. La tensión produce cambios químicos en el cuerpo que pueden elevar la presión arterial, la frecuencia cardíaca y las concentraciones de azúcar en la sangre. También puede conducir a experimentar sentimientos de frustración, ansiedad, angustia o depresión. La tensión puede obedecer a las actividades de la vida cotidiana o a una situación, como un trauma o una enfermedad. La tensión durante largo tiempo o los niveles altos de tensión pueden llevar a padecer problemas de salud física y mental. En lingüística y fonética, la segunda fase de la articulación de un sonido, en la que los órganos de fonación permanecen inmóviles y tensos.