La contracción rápida de la aurícula debida a una anomalía en el automatismo, actividad disparada o reentrada intraauricular. La frecuencia no suele sobrepasar los 200 latidos/minuto, pero en caso de intoxicación digitálica la frecuencia aumenta gradualmente a 130-250 latidos/minuto. La taquicardia auricular puede ser paroxística (más infrecuente) y no paroxística (más frecuente). Las maniobras vagales no influyen sobre la taquicardia auricular, aunque producen bloqueo auriculoventricular.