La teoría propuesta sobre la formación de anticuerpos, según la cual los clones de células linfoides preprogramadas que se producen en el feto son capaces de interactuar con un número limitado de determinantes antigénicos con los que puede entrar en contacto el huésped. Toda célula que encuentre sus determinante antigénico específico en el útero es destruida o suprimida. Esta acción elimina las células programadas para producir autoanticuerpos endógenos y evita el desarrollo de enfermedades autoinmunes, dejando intactas las células capaces de reaccionar con antígenos exógenos.