Es una cultura de principios de la edad del hierro, que se desarrolló aproximadamente desde el 1000 hasta el 700 a.C. en el valle del Po, Toscana y el norte del Lacio (todas ellas regiones de la península Itálica): cultura vilanoviana o cultura vilanoviense. Recibió su nombre de la ciudad de Villanova, cerca de Bolonia, donde se encontraron restos de esta cultura en un cementerio en 1853. Más tarde, se descubrieron vestigios similares en otros emplazamientos, en el norte de Italia. Los artefactos de Villanova reflejan avances notables en las técnicas del trabajo del metal, en comparación con las utilizadas por los habitantes de las viviendas lacustres de la edad del bronce, que habitaron zonas cercanas, en la cuenca del río Po.
Se cree que el pueblo que desarrolló la cultura de Villanova, similar a la cultura de Hallstatt de Austria, procedía de Europa central. En los ritos funerarios, los muertos eran incinerados y las cenizas se colocaban en urnas de cerámica tosca, decoradas con diseños geométricos. Después se enterraban en sepulturas, por lo general junto con artículos de hierro y bronce. La civilización etrusca reemplazó a la cultura de Villanova.