Es un parque nacional de El Salvador, situado a 124 km de San Salvador, la capital del país, con una superficie de 5.600 hectáreas. Se creó en 1983, en la parte meridional del departamento de Ahuachapán, en las proximidades de núcleos como Cara Sucia y San Francisco Menéndez, sobre la cordillera de Ahuachapán. Su denominación proviene de la gran dificultad que tradicionalmente se ha dado en el acceso al mismo, hoy superado en parte con el desarrollo de distintas infraestructuras que permiten salvar notables y escarpados farallones. Posee una amplia diversidad de especies arbóreas, como robles, pinos, cipreses y candelillos, que constituyen el hábitat idóneo de una fauna que abarca desde serpientes matabuey hasta sapos, pumas, leones bruñeros, pizotes, martillas, zarigüeyas, perezosos de dos y tres dedos y guatusa. La avifauna se ha desarrollado en los nacimientos de agua, destacando el zopilote rey, el pavón, el yigüirro, el jilguero, el águila solitaria y el quetzal.