En comparación con los anfibios, los reptiles están bastante mejor adaptados a la vida en el medio terrestre. Tienen la piel seca, con escamas o escudos dérmicos y ponen huevos con cáscara (amnióticos) que contienen alimento y membranas protectoras que permiten el desarrollo embrionario fuera del medio acuático. La temperatura de su cuerpo es variable, es decir, son poiquilotermos. Su esqueleto es óseo y la respiración pulmonar. Comprenden unas 7.000 especies vivas entre las que se incluyen serpientes, lagartos, cocodrilos y tortugas. Cuando los dinosaurios habitaban la Tierra, hace entre 230 y 65 millones de años, los reptiles superaban en número a todos los vertebrados terrestres.