Corresponde a un trastorno de la osificación (desarrollo del hueso), vascularización y maduración, que involucra tanto el hueso como el cartílago de la rodilla, principalmente en el rango de 10 a 20 años, pero pudiendo producirse en cualquier momento de la vida. Su causa aún no está bien determinada, pero se conocen algunos factores que podrían influir en su origen como son los eventos traumáticos, la genética, la edad, enfermedades metabólicas o trastornos circulatorios. Comúnmente se produce dolor difuso en la rodilla asociado a la actividad deportiva, que en etapas más avanzadas se focaliza en el lado interno o externo de la articulación. A esto se suma un aumento de volumen generalizado por la presencia de derrame, que es líquido intraarticular producido por la inflamación. En algunas oportunidades se genera un bloqueo debido a que estos fragmentos de cartílago se interponen en la articulación imposibilitando la flexión.