Que domina, sobresale o es superior a otros de su clase. En biología, se aplica al carácter hereditario que cuando se posee siempre se manifiesta en el fenotipo. En sentido prístino, cada una de las fuerzas indirectas, según expresión de Lotze, propias de los organismos y capaces de dirigir, encauzar, distribuir, regular, concentrar y aun transformar la energía según cierto plan vita específico: se debe a Reinke (Biol. Centralbl., 1899) (F. Q.). En genética, calificativo aplicado al gen, factor o carácter que, poseído por uno de los padres de un híbrido, se manifiesta en éste por exclusión u ocultación del gen o carácter alelomorfo, llamado por eso recesivo, del otro padre; por ejemplo, en el cruzamiento de guisantes (Pisum sativum) de la raza se semillas de color verde con la raza de semillas de color amarillo, el híbrido de la F1 tiene únicamente semillas de color amarillo, porque el carácter amarillo o el gen que lo representa es sominate, y el carácter alelomorfo verde es recesivo; se transmite, pero queda oculto, excluido, y no se manifiesta en presencia del amarillo dominante (Mendel 1865) Ver también dominancia (J. H. y S.). Para la geobotánica, para los geobotánicos europeos, cualquiera de las estirpes que poseen mayor expansión en una población vegetal. Para los sucesionistas norteamericanos, cada una de las especies preponderantes dentro de una asociación (el término asociación no se usa aquí en la acepción admitida internacionalmente) pertenecientes a la forma biológica principal (O. de B.). En astronomía, se dice del astro al que vulgarmente se atribuía dominio más o menos duradero sobre la esfera terrestre. En música, la quinta nota de la escala de cualquier tono, que domina en el acorde perfecto de este.