Compuesto muy energético que se encuentra en toda célula del cuerpo (ATP); es la única forma de energía que una célula puede emplear directamente para su actividad. El ATP es un nucleótido compuesto de adenina (una base orgánica), ribosa (una pentosa) y tres grupos fosfato. Se forma cuando se produce la fosforilación del ADP, es decir, cuando otro grupo fosfato se combina con ADP. La energía requerida para la fosforilación se obtiene del procesamiento del alimento. El ATP se almacina en la célula, sobre todo en el miocito. La descomposición hidrolítica de al molécula de ATP o ADP y el fosfato inorgánico se acompaña de la liberación de una cantidad relativamente grande de energía libre (34 KJ a pH 7) que se emplea para realizar actividad metabólica que requiere energía. Una célula activa requiere más de 2 millones de moléculas de ATP por segundo. La reserva de ATP de un cuerpo humano es suficiente para satisfacer la necesidad de una persona sólo unos pocos segundos, por lo que la reserva se tiene que reabastecer continuamente.