La interrupción y reducción del número de horas de sueño que suele necesitar una persona. No hay una norma o un número mínimo de horas por noche consideradas necesarias para todo el mundo. Los deportistas parecen capaces de adaptarse a pérdidas de sueño de hasta 2 horas diarias sin que empeore su rendimiento deportivo. No obstante, la pérdida de muchas horas de sueño se asocia con una reducción del tiempo de reacción, empeoramiento de la coordinación y menor grado de vigilancia, todo lo cual afecta negativamente en ciertas actuaciones deportivas. La privación total de sueño durante 1 a 3 noches provoca alteraciones evidentes de la personalidad y los sujetos muestran síntomas psicóticos y un comportamiento extraño. El ejercicio suele restablecer los patrones normales de sueño en las personas que sufren trastornos del sueño.