Enfermedad debida a la infección producida por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en la que la respuesta inmunitaria resulta gravemente afectada; es una enfermedad mortal para la que aún no se ha descubierto un tratamiento definitivo (SIDA). En oncología, enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Las personas con síndrome de inmunodeficiencia adquirida tienen un riesgo mayor de padecer de ciertos cánceres e infecciones que, por lo general, se presentan solo en personas con un sistema inmunitario débil: también se llama SIDA. En medicina, y ciencia del deporte, el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida es una enfermedad causada por un virus de transmisión hemática (llamado virus de la inmunodeficiencia humana, VIH) que interrumpe las respuestas inmunes normales del cuerpo. El VIH se transmite a través de los líquidos corporales sobre todo durante las relaciones sexuales, mediante transfusión de sangre y productos derivados del plasma infectados, y por inyecciones de drogas con agujas infectadas. El consenso médico general es que el riesgo de infección es muy bajo en grupos que hacen deporte juntos. Sin embargo, el riesgo aumenta durante la práctica de actividades como el boxeo, donde puede haber contacto con sangre. Siempre hay que adoptar las precauciones generales basadas en el sentido común y cumplir unos principios básicos de higiene en caso de que se produzca una hemorragia para prevenir la infección por VIH u otros gérmenes patógenos, como los virus de la hepatitis. El ejercicio suele tener un efecto beneficioso sobre las personas con VIH. Si se inicia cuando la persona todavía está sana, puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de la enfermedad al tiempo que mejora la calidad de vida.