Practica agrícola que data de tiempos muy antiguos, y que consiste en colgar sartas de higos de la higuera macho o cabrahigo en las ramas de la higuera doméstica, que sólo trae flores femeninas, con objeto de que las Blastophaga (himenópteros galígenos) que salen de los siconos de dicha higuera macho, fecundando las de tales flores femeninas con el polen que arrastran de las flores masculinas del cabrahigo, impulsen el desarrollo y la maduración de los siconos, que se convierten en higos. La cabrahigadura no es menester en muchas razas de higuera cultivada, capaces de llevar los higos a buen término sin fecundación de sus flores femeninas, por partenocarpia; hay que recurrir a ella, en cambio, cuando se trata de la higuera llamada de Esmirna, cultivada en Gracia y en otros países de la parte oriental y meridional de la región mediterránea. En el alto valle de Uarga, aguas arriba de Zarkat (Ketama – Marruecos), hemos visto a los moros traer de muy lejos, de los zocos de Taza y de Fez, los siconos del cabrahigo para la práctica de la cabrahigadura.