Se aplica a las alteraciones de las estructura y función cerebrales a consecuencia de la intoxicación por plomo, incluyendo el tetraetilo de plomo. Los niños se afectan a menudo, sobre todo después de la ingesta de pinturas ricas en plomo; si no es tratada aparece el delirio, las convulsiones, la manía, la ceguera cortical y el coma.