El privilegio del que goza un paciente de poder requerir de un segundo médico una exploración y una evaluación de su problema de salud que confirme o rebata el diagnóstico hecho por el primero: la opinión de un médico distinto al médico actual del paciente. El segundo médico revisa la historia clínica del paciente y ofrece una opinión sobre el problema de salud del paciente y sobre cómo se debería tratar. En una segunda opinión se puede confirmar o cuestionar el diagnóstico y el plan de tratamiento del primer médico, brindar más información sobre la enfermedad o la afección del paciente y proporcionar otras opciones de tratamiento.