La diferencia angular entre la posición aparente de una estrella y su posición real, que resulta del movimiento de un observador con respecto al recorrido del rayo de luz observado. Este movimiento es la resultante de movimientos como la rotación de la Tierra, su revolución orbital alrededor del Sol y el movimiento del Sistema Solar a través del espacio. Aunque la velocidad resultante del observador es pequeña (sólo un 0,2% de la velocidad de la luz), es suficiente para producir un aparente desplazamiento de los rayos de luz que proceden de un objeto celeste, igual que una gota de lluvia que cae verticalmente deja un rastro diagonal en la ventana de un automóvil en movimiento. Este desplazamiento alcanza un máximo de 20,47 segundos de arco, denominado constante de aberración; el descubrimiento de la aberración de la luz fue publicado en 1729 por el astrónomo británico James Bradley.