La corriente alterna de alta frecuencia no modulada que se aplica al tejido cardíaco para elevar su temperatura y dañar células con el fin de destruir focos ectópicos y vías accesorias. La ablación por radiofrecuencia de vías accesorias se utiliza para tratar las arritmias asociadas al síndrome de Wolfe-Parkinson-White y se emplea también con éxito en casos de flúter auricular y taquicardia ventricular idiopática: ha sustituido a la ablación quirúrgica.