Se aplica en el campo de la medicina, a la pérdida del flujo de sangre a una parte del cerebro que daña el tejido cerebral. La causa de los ACV son los coágulos de sangre y los vasos sanguíneos del cerebro que se rompen. Los síntomas incluyen mareo, adormecimiento, debilidad en un lado del cuerpo y problemas para hablar, escribir o entender el lenguaje. El riesgo de un ACV aumenta por la presión arterial alta, la edad avanzada, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol alto, la enfermedad cardíaca, la aterosclerosis (acumulación de materia grasa y placas en el interior de las arterias coronarias) y antecedentes familiares de ACV: también se llama accidente cerebrovascular y derrame cerebral.