El examen físico, microscópico o químico de la orina. La muestra se examina físicamente para determinar el color, la turbidez, la densidad y el pH. Después se centrifuga para permitir el examen microscópico de una pequeña cantidad de sedimento para determinar la presencia de sangre, cilindros, cristales, pus y bacterias. El análisis químico se puede realizar para la identificación y cuantificación de cualquiera de un gran número de sustancias, pero en especial, cetonas, glucosa, proteínas y sangre.