La diversificación de los animales ha sido tan importante que ocupan un gran número de nichos ecológicos (ecología). Los herbívoros forman un eslabón básico en las cadenas alimentarias, o en la red trófica. Éstos son devorados por carnívoros, que a su vez lo son por otros carnívoros. Muchos animales son parásitos o se alimentan de carroña o sedimentos. Algunos admiten una dieta muy variada, mientras que la de otros es más restringida. El camuflaje y las cubiertas protectoras son algunas de las estrategias que les permiten hacer frente a los depredadores.
Los animales compiten por recursos que escasean, como los alimentos y un lugar para vivir. Las relaciones entre depredadores y víctimas han conducido a una evolución simultánea de ambos, es decir, la evolución de la presa está influida por la de sus depredadores. Los parásitos, aunque son dañinos, no suelen matar a sus huéspedes y deben ser capaces de superar adaptaciones de defensa. Por otro lado, los mutualistas cooperan con otros organismos. Esto también ocurre entre plantas y animales; las plantas proporcionan el alimento a los animales, y éstos, a su vez, llevan a cabo la polinización y la distribución de las semillas.
Existe un gran número de estrategias que permiten a los animales sobrevivir y reproducirse. Cuando el alimento abunda en un ecosistema, los animales que viven en él tienden a reproducirse más. Sin embargo, cuando existe una gran competencia por el alimento, desarrollan una forma más eficaz de utilizar los recursos y tienden a cuidar a sus crías durante un periodo de tiempo más prolongado. Cuando el ecosistema es estable, como en los trópicos, la competencia conduce a ciclos vitales complejos y a adaptaciones complicadas, tanto en lo que se refiere a estructura como a comportamiento (conducta animal).
Los animales se desplazan con frecuencia de un lugar a otro. Esto les permite encontrar alimento, eludir a los depredadores y reproducirse de modo eficaz. Gracias a la migración (migración animal), muchas aves, y también otros animales, pueden alimentarse y reproducirse en lugares donde la comida abunda en determinadas estaciones. Los desplazamientos están limitados por el abastecimiento de alimentos, el terreno y las capacidades individuales para la locomoción; cada hábitat y área local tiende a desarrollar su propia fauna (distribución animal).