En este gran grupo se colocan el resto de los animales que se caracterizan porque la boca se origina secundariamente como una nueva formación durante el desarrollo embrionario: son todos eucelomados (véase formación del celoma); los filos Foronídeos, Ectoproctos y Braquiópodos se agrupan en un superfilo llamado Lofoforados o Tentaculados ya que todos ellos poseen una corona de tentáculos denominada lofóforo que utilizan para alimentarse.
El filo Foronídeos: los miembros de este filo tienen el intestino en forma de U debido a que su cuerpo es muy alargado, viven en tubos en los que el lofóforo y el ano se localizan en un extremo, las formas adultas miden entre 1 y 10 cm y son todas marinas.
El filo Ectoproctos (o briozoos): los miembros de este filo, ectoproctos, polizoos o briozoos verdaderos, son animales pequeños, coloniales, y recuerdan a foronídeos simplificados, son principalmente marinos, y viven en el interior de una cubierta dura.
El filo Braquiópodos: estos animales se parecen a las almejas pero tienen conchas superior e inferior en vez de derecha e izquierda: todos son marinos
El filo Quetognatos: este filo comprende a las saetas, animales pequeños, activos, exclusivamente marinos y de relaciones desconocidas.
El filo Equinodermos: los equinodermos incluyen a las estrellas de mar y a los cohombros de mar (entre otros), tienen una locomoción lenta que depende principalmente de unas pequeñas estructuras denominadas pies ambulacrales: todos son animales marinos, se dividen en seis clases Crinoideos (lirios de mar), Asteroideos (estrellas de mar), Ofiuroideos (ofiuras), Equinoideos (erizos de mar y dólares de arena), Holoturioideos (cohombros de mar) y Concentricicloideos (margaritas de mar).
El filo Hemicordados: estos animales marinos vermiculados presentan algunas características que los relacionan con los cordados, entre ellas está el resto de lo que pudo ser una notocorda (ver filo Cordados), un cordón nervioso dorsal, y un sistema de hendiduras branquiales; sin embargo, la forma larval de los gusanos los vincula con los equinodermos.
El filo Cordados: el filo incluye a los vertebrados (animales con columna vertebral) y a algunos invertebrados emparentados con ellos, en algún momento de su vida, todos poseen un cilindro rígido, denominado notocorda, de posición dorsal al intestino: en los vertebrados la notocorda está reemplazada por una serie de huesos (vértebras).
Existen dos subfilos de cordados invertebrados. La forma adulta del subfilo Tunicados está muy modificada y se fija a un sustrato, se alimentan a través de las hendiduras branquiales, la notocorda sólo se conserva en la larva de vida libre: todos son animales marinos. Los miembros del subfilo Cefalocordados (lancetas) se parecen a peces muy simples, viven en el mar y obtienen el alimento del agua cuando ésta pasa a través de sus hendiduras branquiales.
El resto de los cordados pertenece al subfilo Vertebrados y se caracterizan por presentar una columna vertebral, aunque el grupo es muy numeroso, es superado ampliamente por los artrópodos; por lo general, se reconocen siete clases.
La clase original Peces: se repartió en cuatro clases: Mixines (mixines), Cefalaspidomorfos (lampreas), Condrictios (peces cartilaginosos como los tiburones y las rayas) y Osteíctios (peces óseos).
La clase Anfibios: comprende animales semiacuáticos como las salamandras, los sapos y las ranas.
La clase Reptiles: está mejor adaptada a la vida sobre la tierra e incluye tortugas, lagartos y cocodrilos.
La clase Aves: destaca no sólo por su capacidad para volar, sino también por su sangre caliente y su cubierta de plumas aislante.
La clase de los Mamíferos: se caracteriza por la presencia de pelo y de glándulas mamarias que secretan leche, este grupo es también de sangre caliente.