Se aplica a cualquier anomalía o defecto estructural o funcional del corazón o de los grandes vasos que existe desde el nacimiento. Las cardiopatías congénitas se clasifican en cianóticas, en la que la sangre desoxigenada se mezcla con la oxigenada en la circulación sistémica, y acianóticas, en las que no se produce dicha mezcla. Los síntomas físicos generales de estas alteraciones fisiopatológicas son retraso del crecimiento, disminución de la tolerancia al ejercicio, infecciones respiratorias recurrentes, disnea, taquipnea, taquicardia, cianosis, hipoxia tisular y soplos, todos ellos de diferente gravedad dependiendo del tipo y del grado de la anomalía.