La lesión por uso excesivo caracterizada por inflamación, dolor y sensibilidad dolorosa al tacto y en torno al tendón de Aquiles. Es corriente en corredor que entrena recorriendo larga distancia sobre superficie dura, y el que aumenta con demasiada rapidez la intensidad del entrenamiento. La corredora de fondo que suele llevar calzado de tacón alto corre un riesgo especial porque el calzado de diario acorta el tendón de Aquiles a lo largo de muchos años. Cuando adoptan la posición plana al correr, el tendón soporta mayor tensión de la acostumbrada. La zapatilla de atletismo con un talón alto también aumenta el riesgo de lesión. El tratamiento suele consistir en descanso, medicación como ácido acetilsalicílico (aspirina) para reducir la tumefacción y fisioterapia apropiada. Se obtiene alivio empleando una talonera que restrinje la amplitud del movimiento. En el caso grave se requiere cirugía. La inflamación aguda del tendón de Aquiles, si no se trata adecuadamente, puede terminar en una afección crónica de muy difícil resolución; el estiramiento apropiado reduce el riesgo de sufrir esta lesión.