El arco de la parte interior de la planta del pie (puente). Son tres estructuras curvas, de perfil arciforme, que realzan el pie. Los tres arcos (uno longitudinal medial, otro longitudinal lateral y otro transverso anterior) están formados por los huesos del tarso y los huesos del metatarso. En conjunto los arcos forman una media cúpula esencial para que la carga del pie y la locomoción sean eficaz. Los arcos distribuyen casi la mitad del peso en bipedestación y en marcha por los huesos del talón, y la otra mitad por las cabezas de los metatarsianos. La forma del arco del pie mantiene por la acción combinada de los huesos del pie, la fascia plantar, los poderosos ligamentos y la tensión de algunos músculos. El arco del pie sano reduce el coste energético de la marcha y carrera al reservar energía mecánica en las estructuras elásticas durante la fase ortostática y liberar energía durante la fase de despegue.