Es un movimiento artístico de raíz italiana (del italiano, ‘arte pobre’), que se inicia a finales de la década de 1960 y se caracteriza por el uso de materiales pobres, orgánicos y no industriales.

En 1967 se presentó en la galería genovesa La Bertesca una exposición titulada “Arte povera e IM spazio”, organizada por el crítico de arte Germano Celant. Se mostraban los trabajos de una nueva generación de artistas que pretendía disociar la creación artística de la idea de cultura. La muestra iba acompañada de un manifiesto del propio Celant, “La banalidad elevada a la categoría de arte”, y desde allí se rendía culto a la pobreza (pobreza de materiales, de medios y también de efectos), que se eleva como criterio absoluto. En la exposición participaron cinco artistas italianos: Alighiero Boetti, Luciano Fabro, Pino Pascali, Giulio Paolini y Emilio Prini, además del griego Iannis Kounellis. Todos ellos presentaron objetos realizados con materiales orgánicos, no industriales, en constante mutación, efímeros, frágiles, lo que simbolizaba su oposición al bien de consumo y también su rechazo al arte como producto de mercado. Se pretendía reducir también los artificios lingüísticos en las artes plásticas, y, de este modo, “…el lenguaje es reducido a un elemento puramente visual, privado de toda superestructura histórica o narrativa…”.

Se insiste, pues, en la presencia física del objeto, y los materiales que se usan (placas de plomo, de cristal, vegetales, rocas, arcilla, etc.) apenas son alterados. Estos artistas exigen también la participación del espectador, invitado a percibir de manera puramente sensible el objeto presentado, y no su carga conceptual. El arte povera se consagró definitivamente en la exposición del Museo Cívico de Turín en 1971 y en la Documenta V de Kassel de 1972. El núcleo de los artistas povera sigue siendo italiano, con la adhesión al grupo de Mario Merz, Giovanni Anselmo, Gilberto Zorio o Michelangelo Pistoletto, aunque también se han unido artistas de otros países, como los alemanes Joseph Beuys o Ulrich Rückriem, la austriaca Eva Lootz, el estadounidense Robert Morris o el español Antoni Tàpies.