El arma ofensiva de los antiguos romanos, compuesta de hierro, astil y regatón, que se empleaba como lanza, y también como dardo, para arrojarla con la mano contra el enemigo. En anatomía, la prolongación de hueso de forma cónica, generalmente curvada y acabada en punta, que crece en la parte superior de la frente de algún animal (cuerno). En cinegética, se aplica al tronco principal del cuerno del ciervo. En marina, cada pieza del enramado del buque que van desde la cuadra a popa y proa. El extremo superior de un mastelerillo. El verguita en que se fija un gallardete para suspenderlo del tope de un palo. En pintura, el mango de la brocha o del pincel.