Literalmente, cuarto abuelo, antepasado. En medicina y psicología, la tendencia a imitar o mantener costumbres o formas de vida propias de otras épocas; tendencia a imitar o a mantener formas de vida, costumbres, etc., arcaicas: atávico. En biología, el fenómeno de herencia discontinua, por el cual un descendiente presenta caracteres de un antepasado que no se ofrecen en las generaciones intermedias; vuelta a un tipo más primitivo; semejanza con los antepasados lejanos. En botánica, fenómeno a favor del cual reaparecen en un descendiente alguno o algunos de los caracteres de sus antepasados, que no se manifestaron en sus progenitores ni en sus parientes colaterales inmediatos. H. de Vries distingue dos clases de atavismos, a saber: atavismo que podríamos llamar histórico (atavismo fisiológico de Vries), que consiste en la represión de un tipo conocido, como ocurre en las formas seleccionadas por el hombre que se vuelven cimarronas, que bastardean; y otro, el atavismo filogenético, del propio autor, en que la regresión va mucho más allá, hacia antepasados de otros grupos sistemáticos. De Vries distingue también entre un atavismo de variabilidad, que depende de lo accidental de las condiciones de vida (por ejemplo, el retorno a la forma foliar trifoliolada del Trifolium pratense quinquefolium), y el atavismo de mutación, que puede engendrar una raza parecida por su aspecto a cierto antepasado (como la producción de flores monocromas a partir de otras listadas). Muchos sorprendentes fenómenos de atavismo se explican hoy satisfactoriamente en el terreno de la genética (F. Q.). En genética, la presencia de caracteres aparición durante varias generaciones. Según Clausen y Babcock, si el carácter ancestral es de un antepasado muy remoto es más apropiado emplear el término reversión. El resurgimiento de formas ancestrales, el salto atrás o atavismo, se explica actualmente por las leyes de la hibridación; y es, simplemente, una nueva combianación de rara probabilidad. Ver recombinación, interacción factorial (J. H. y S.).