Acción y efecto de autorregular o autorregularse. En ingeniería, la aplicación de la máquina o de procedimiento automático en la realización de un proceso o en una industria: la automatización. En medicina, la capacidad intrínseca de los tejidos para regular su propio flujo sanguíneo gracias al proceso de contracción autoexcitable del músculo liso, cuya acción consiste en contraer y dilatar los vasos. Permite a los sistemas orgánicos mantener un flujo sanguíneo constante, a pesar de las variaciones de la presión arterial sistémica, y constituye un mecanismo esencial para cubrir las necesidades metabólicas de un órgano. Se aplica al plan para que los pacientes eliminen comportamientos de riesgo sanitario; incluye automonitorización, autoevaluación y autorrefuerzo. En medicina y ciencia del deporte, la transformación de un movimiento corporal o de una operación intelectual en un acto automático o acto involuntario. Se aplica al ajuste automático del riego sanguíneo de una región concreta del cuerpo como respuesta a su necesidad (cortocircuito). Se aplica a la regulación del comportamiento propio dirigido a una meta sin control externo inmediato. En el deporte, la autorregulación implica que el deportista asuma el control y la responsabilidad de su entrenamiento, rendimiento y participación en el deporte.