La extirpación de tejido renal para su análisis microscópico. Se realiza para establecer el diagnóstico de una nefropatía y ayudar a determinar el estadio de la enfermedad, el tratamiento adecuado y el pronóstico. En la biopsia abierta se hace una incisión que permite visualizar mejor el riñón y conlleva un riesgo más bajo de hemorragia; la biopsia cerrada o percutánea se realiza aspirando una muestra de tejido con una aguja; su período de recuperación es más corto y tiene menos riesgo de infección.