Es un conjunto de directrices internacionales que ayuda a asegurarse que los resultados de un ensayo clínico sean confiables y que los pacientes están protegidos. Una BPC abarca la manera en que un ensayo clínico se diseña, se dirige, se realiza, se vigila, se revisa, se registra, se analiza y se notifica: también se llama buena práctica clínica.