La poderosa sustancia química que evoca el dolor y que se produce siempre que el tejido corporal sufre algún daño. La bradicinina desencadena la producción de otra sustancia química como histamina y prostaglandina. Algún estudioso cree que la bradicinina se une al receptor del dolor, haciendo que envíe impulso al sistema nervioso central. Durante el ejercicio, puede que se libere bradicinina como respuesta al aumento de la acidez en el músculo activo, lo cual provoca vasodilatación del tejido y favorece la sudación. Probablemente también contribuya a la respuesta inflamatoria, sobre todo durante la fase inicial.