El uso de agua caliente, toallas humedecidas con agua caliente o vapores de agua caliente para reducir la inflamación y el dolor, estimular la circulación y/o aliviar los síntomas por indicación de un médico. Las toallas calientes deben estar escurridas para eliminar la humedad sobrante y no deben estar demasiado calientes para que puedan ser sujetas por las manos de la persona que aplica el calor húmedo.