Se aplica al adenocarcinoma del endometrio uterino, el tumor maligno ginecológico más frecuente, con una incidencia máxima en las décadas quinta y sexta de la vida. Aunque la causa del cáncer de endometrio no está clara, entre los factores de riesgo asociados con incidencia aumentada de la enfermedad se incluyen historia de infertilidad; anovulación y menopausia tardía (>52 años); administración de estrógenos exógenos; pólipos uterino; la combinación de diabetes, hipertensión y obesidad. La hemorragia vaginal anormal, sobre todo en una mujer tras la menopausia, es el síntoma cardinal. También puede existir dolor en la porción inferior del abdomen y la espalda; un útero grande y pastoso suele constituir un signo de enfermedad avanzada.