Dícese del rasgo externo de tipo sexual que, aunque no está directamente relacionado con el acto sexual, tiene importancia en el fenómeno de la reproducción. El desarrollo de este rasgo está controlado por la hormona sexual (andrógeno o estrógeno). Puede ser estacional (como, por ejemplo, la cornamenta del ciervo o el color del cuerpo en el puercoespín) o permanente (como puede ser las mamas de una mujer y el vello facial en el hombre); en el hombre, la época en la que se desarrollan se denomina adolescencia.