Señal que de una herida o llaga queda en el tejido orgánico. En fisiología, el nuevo tejido formado en el proceso de cicatrización de la herida. En medicina, la señal formada por el tejido conjuntivo que reemplaza el tejido dañado que no se ha curado por completo. En psicología, la impresión que queda en el ánimo por algún sentimiento, un hecho doloroso, etc. En botánica, la señal que queda en un órgano en el punto en que se ha desprendido de él algún otro órgano o parte orgánica, como la marca que deja en la rama la hoja caída, la que se observa en la semilla ya separada del funículo (la cicatricula o hilo), etc. Se dice también, lo mismo que tratándose de animales, de la señal que resulta de una herida cicatrizada.