Parte característica de la molécula de la vitamina B12: es un complejo hexacoordinado de cobalto (cobalamina o cianocobalamina). La vitamina B12 se obtiene del hígado, el pescado y algún producto lácteo. Es la única de las vitaminas B que no se puede obtener de la levadura. La vitamina B12 actúa como coenzima. La vitamina B12 participa en la síntesis del ADN y en la formación de eritrocito. La vitamina B12 y el ácido fólico operan con independencia; la deficiencia de una de las dos puede derivar en una deficiencia de la otra. Además, se necesita una glucoporteína (conocida como factor intrínseco) producida por el estómago para que el torrente circulatorio absorba la vitamina B12 a través de la membrana intestinal. La falta de vitamina B12 o el factor intrínseco, o de ácido fólico, puede provocar anemia perniciosa, pérdida de peso y degeneración del sistema nervioso. Muchos entrenadores consideran la vitamina B12 una ayuda ergogénica y creen que mejora el metabolismo energético de los miocitos. La suplementación del deportista, a menudo mediante inyección en la nalga, es habitual aunque la mayoría del estudio no haya llegado a la conclusión de que se obtenga beneficio significativo cuando no exista una deficiencia de vitamina B12. El efecto tóxico de la vitamina B12 es virtualmente desconocido, aunque se produce reacción alérgica ocasional cuando se pone inyección. En el Reino Unido, la ingesta diaria recomendada para el adulto es 1,5 mg/día; en Estados Unidos, la ingesta diaria recomendada es de 2 mg.