Entre el antiguo estudiante, la voz de oprobio, en contraposición de la de aclamación o vítor. Se aplica a la parte posterior o última de una cosa, por oposición a la parte delantera o al comienzo. En arquitectura, la parte de un sillar o madero que se introduce en la pared (entrega). En milicia, la parte posterior de una explanada, trinchera o cualquier obra de fortificación. La gola (entrada al baluarte). En música, la detención en la última sílaba de lo que se canta. En anatomía, el apéndice en la parte posterior del cuerpo de algunos animales, o prolongación de la columna vertebral en los vertebrados, que desempeña distintas funciones (dirección, propulsión, etc.). En zoología, la parte posterior del cuerpo de algunos animales que se diferencia del resto, formando apéndice, y que, en los vertebrados, contiene las últimas vértebras. El conjunto de plumas fuertes y más o menos largas que tienen las aves en la rabadilla. El apéndice, la parte parecida, por su forma, posición o inserción, a la cola de un animal. En química orgánica, la pasta fuerte, translúcida y pegajosa, que se hace generalmente cociendo raedura y retazo de piel, y que, disuelta después en agua caliente, sirve para pegar. En botánica, el árbol de hojas perennes, flores sin corola en espigas, fruto de color verde y semillas en receptáculos semejantes a vainas. La semilla de este árbol, que tiene propiedad tónica y reconstituyente. La sustancia extraída de estas semillas que se emplea en la elaboración de cierta bebida refrescante y de otro alimento; por ejemplo, el caramelo de cola; la bebida refrescante elaborada con esa sustancia y agua, azúcar y gas carbónico. Es un término usual con que se ha expresado el estilo acrescente y plumoso de cierto fruto, como el de la clemátide; tratándose de hoja, el pecíolo.