Es un trastorno con frecuencia grave provocado por presión sobre la médula espinal. Sus síntomas varían entre adormecimiento pasajero de una extremidad y cuadriplejía permanente, dependiendo de la causa, gravedad y localización de la presión. Son causas de ella la fracturas y las luxaciones vertebrales, tumores, hemorragias y el edema asociado a la contusión.