Se define como el deterioro irreversible del intelecto y la personalidad, de larga duración y/o progresivo, caracterizado por la disminución de la capacidad para interpretar los estímulos ambientales y para llevar a cabo procesos de pensamiento intelectual; se manifiesta por alteraciones de la memoria, de la orientación y del comportamiento: diagnóstico de enfermería aceptado por la Eleventh National Conference on the Classification of Nursing Diagnoses.