La adquisición de un peso corporal concreto con el fin de competir en una categoría específica de peso. Para conseguir un peso en deporte como la carrera de caballos, el boxeo y la lucha libre, el competidor a menudo trata de perder peso con gran rapidez mediante una combinación de métodos; por ejemplo, restricción de la ingesta de alimento, privación de líquido, aumento de la actividad física, deshidratación térmica, etc.: al hacer esto, el deportista puede estar poniendo en peligro su salud. La perdida de peso (o aumento) debería ser gradual, nunca superior a 0,5 kg a 1 kg por semana. Esto se suele conseguir reduciendo la ingesta calórica en unas 200 a 500 calorías diarias. La pérdida de peso más rápida puede derivar en la pérdida de la masa magra y en trastorno de la conducta alimentaria.