La alteración temporal de la consciencia, con frecuencia asociada a un trastorno del lóbulo temporal, que se caracteriza por síntomas psíquicos y actos anómalos. No se producen convulsiones evidentes, pero puede haber pérdida de consciencia o amnesia del episodio. Durante la convulsión el individuo puede parecer amodorrado, intoxicado o violento; en ocasiones pueden cometer actos asociales o crímenes, aunque son capaces de continuar realizando actividades normales, como conducir un coche, escribir a máquina o comer, a un nivel automático.