Acción y efecto de coordinar. Disposición ordenada de una serie de cosas de acuerdo con un método o sistema determinado. En biología, regulación de las actividades que sirven de respuesta a los cambios del medio, tanto externo como interno: puede ser hormonal o nerviosa. En fisiología animal, es un proceso relacionado con la recepción de la información sensorial, la integración de esa información y la subsiguiente respuesta del organismo; está controlada por regiones del cerebro que se relacionan con función específica, como la locomoción o la respiración, y se realiza en el sistema nervioso. En química, se aplica al número total de iones o moléculas que pueden agruparse en torno a un elemento central de un ion complejo. En gramática, relación que une dos elementos del mismo nivel o función sintáctica, unidos mediante una conjunción explícita o implícita que sirve de nexo entre ellos: la coordinación puede ser copulativa, disyuntiva o adversativa. En lingüística tradicional, relación que une elementos o cadenas de elementos de la misma función o naturaleza de forma que el resultado aparezca en el mismo nivel que los elementos iniciales. Tal ocurre en expresiones como Juan y María duermen o las calles vacías y solitarias.