El área montañosa situada en el sector oriental del territorio paraguayo, al que llegan los confines occidentales del denominado escudo Brasileño, dentro de la cuenca sedimentaria del Alto Paraná. Esta región aparece cubierta por sucesivas coladas basálticas mesozoicas, de disposición mesetiforme y ligero escalonamiento hacia el sureste, en la que emergen algunas serranías, tales como las de Amambay, Mbaracajú y Caaguazú, cuyos cordones culminan en el cerro San Rafael (850 m).
Los caracteres ecológicos de la región en la que se integra la sierra de Caaguazú se caracterizan por tener un clima subtropical sin estación seca, vientos atlánticos acompañados de lluvias estivales y frentes fríos australes que suscitan, en conjunto, variaciones térmicas de importancia, y precipitaciones uniformemente distribuidas.
Tales factores determinan la presencia de un bosque subtropical húmedo mixto, cuyas especies dominantes, más o menos explotadas, son el guatambú, laurel negro, cancharana, cedro, palo de rosa, entre otras. La cubierta vegetal está integrada por selvas de ribera, correspondientes a los diferentes niveles de altura, y, por encima de los 500 m de altitud, un piso de pinares. En los cordones de la cordillera de Caaguazú nacen cursos de ríos relativamente cortos, alimentados por precipitaciones locales, como el Monday, el Nacunday y el Yacuy Guazú, cuyo tramo final se caracteriza por desniveles pronunciados.
La ruta que une Ciudad del Este con Asunción constituye el eje de colonización de la región; de él parten las picadas, abiertas en la selva a impulsos del proceso de ocupación del espacio que alcanzó un fuerte desarrollo en el primer quinquenio de la década de 1960, basado en la actividad forestal y agrícola, destinada tanto para el autoconsumo como para su comercialización (soja, maíz, tabaco, té, tomate, mandioca).
La proximidad de las fronteras con Argentina y Brasil le ha otorgado a esta zona una dinámica poblacional propia. Junto con Hernandarias y Coronel Oviedo, la localidad de Caaguazú acusa un rápido crecimiento, como pone de manifiesto el que a fines de 1950 esta zona de Paraguay estaba casi deshabitada y hoy alberga casi un tercio de la población.