El término se usa para describir la práctica de dividir los costos de los servicios de atención sanitaria entre el paciente y el plan de seguro. Por ejemplo, si un plan paga 80 % del costo de un servicio, entonces el paciente paga el 20 % restante. Las formas más comunes de costo compartido son los deducibles, el coseguro y los copagos. Por lo general, el costo compartido no incluye los pagos de las primas mensuales del seguro médico o los gastos por los servicios de atención sanitaria no cubiertos.