La aceleración de la tasa de crecimiento tras un período de retraso del mismo provocado por un déficit secundario, como la malnutrición aguda o una enfermedad grave. El fenómeno, que se observa con frecuencia en el lactante prematuro, ocasiona un rápido aumento del peso, de la talla y del perímetro cefálico, y se mantiene hasta que se reanuda el patrón de crecimiento normal del individuo.