En los ensayos clínicos, es un indicador o signo que se usa en lugar de otro para determinar la eficacia de un tratamiento. Los criterios indirectos de valoración incluyen un tumor cuyo tamaño se reduce o concentraciones más bajas de biomarcadores. A veces, estos criterios se usan en lugar de indicadores más fuertes, como una supervivencia más larga o una calidad de vida mejorada, porque los resultados del ensayo se miden más rápido. El uso de criterios indirectos de valoración en los ensayos clínicos en ocasiones permite la aprobación más temprana de medicamentos nuevos para el tratamiento de enfermedades graves potencialmente mortales como el cáncer. Los criterios indirectos de valoración no siempre son indicadores o signos verdaderos de la eficacia de un tratamiento.